jueves, 8 de noviembre de 2012

DE TERREMOTOS Y TEMBLORES

Quién en su vida no ha sufrido el pánico, susto y shock traumático de un sismo? Quizás no la generación de los más pequeños en la actualidad, pero para los niños grandes de mi generación es inevitable guardar en el disco duro de nuestra memoria las vivencias de algunos terremotos y cientos de temblores a los que fuimos invitados por la puerta falsa y sin previo aviso. La naturaleza es impredecible, más aún cuando un país como el nuestro se encuentra ubicado sobre una falla geológica que en cualquier momento decide ir acomodándose. 

Recuerdo que cuando mis hijos eran muy pequeñitos y me preguntaban qué era eso que hacía que el suelo y las casas se movieran, yo trataba de explicarles algo que para sus pocos añitos no podían entender, así que les decía..."que la naturaleza era como un gigante y que cuando estornudaba hacía que la tierra tiemble". Pero no estoy tan lejos de la realidad no?, la naturaleza es como un gigante que cuando sonríe, nos regala los más bellos paisajes y el clima perfecto, pero cuando se enoja sale a flote su mal carácter y reacciona de mal humor con toda su ira. 

La semana pasada en un sólo día tuvimos tres sismos leves con intervalos de casi 6 horas, la verdad que estuve asustada pensando en que vendría el cuarto pero felizmente no ocurrió. Mi casa está en primer piso y no tengo problemas de estar en pisos altos o escaleras, pero aún así a la hora de sentir algún movimiento sísmico, por leve que sea, no puedo evitar salir corriendo pensando en que podría ser el inicio de un terremoto. 

La mayoría de terremotos que viví de niña los he pasado, a Dios gracias, cuando he estado en casa con toda mi Tribu. Temblores fuertes no faltaron en la época escolar. Recuerdo un fuerte temblor en la noche mientras estaba en clase en la academia de secretariado, el profesor, algo bajito de estatura, se paró en plena puerta con los brazos abiertos y cuando dijo: "nadie sale", ví que sus ojos se abrieron como faroles porque se le venía encima una estampida de chicas conmigo a la cabeza!!!

Una vez que llegué a la vereda el temblor ya había pasado pero yo seguía con el epicentro bajo mis pies, era una gelatina gigante que temblaba sin parar, hasta que por cosas del destino un chico se me acercó y sujetándome de los brazos me pedía que me calmara, cuando de pronto nos miramos y nos reímos porque resultó ser el ex enamorado de mi mejor amiga que llegaba a recoger a su enamorada, que estudiaba conmigo en la misma academia... el mundo es un pañuelo no?. Cuando regresé por mis cosas el profesor me dijo: "Vickyta me dijeron que de tanto correr ya había llegado a la frontera".

Jamás había pasado un temblor en pisos altos, pero un día en mi primer trabajo a mis tiernos 18 añitos, estaba en un tercer piso cuando empezó un fuerte temblor que para mi era terremoto!!!. Presa del pánico por querer estar en la vereda, salí corriendo los 100 metros planos por un pasadizo cuando un brazo salió de la nada y casi me parte en dos a la altura de mi cintura. Era una secretaria, señora mayor, que me vio e impidió que siga corriendo y baje las escaleras en ese estado. La sensación de querer bajar y no poder fue espantosa, aún recuerdo el ruido de las divisiones pre-fabricadas y los vidrios de las oficinas. 

Pero en cuanto a terremotos, llevábamos muchos años en silencio sísmico, siempre con el temor de que cuando suceda uno venga con toda su fuerza acumulada. Fue el terremoto del 15 de agosto del 2007 el que nos quitaría la tranquilidad sísmica de muchos años. Ese día estaba sola en casa y me preparaba para salir al gimnasio, mis hijos estaban en casa de amigos haciendo tareas en grupo y mi esposo en su trabajo. Decidí entrar al baño antes de terminar de vestirme, fue el momento en que empezó un fuerte movimiento que al prolongarse me hizo salir disparada!!!! con tan sólo un polo, bombacha y medias... y un cojín de los muebles de la sala que cogí para proteger mi cabeza... 

Logré abrir la puerta de la calle y mi fiel Noggyto estaba a mi lado, como el sismo no paraba decidí entrar a la casa por un pantalón y zapatillas, cuando en eso escuché un "socorro" tan bajito que apenas se podía oír. Mi suegra vive en el departamento del segundo piso y presa del pánico no podía ni abrir la puerta. No hubo tiempo de ir por pantalón y zapatillas, pensaba en que la casa se podía caer y decidí subir para ayudarla a bajar. La tierra seguía temblando, la casa crujía tan extraño y mi suegra no abría la puerta, hasta que al fin salió y le puse el cojín en la cabeza para evitar cualquier ladrillo o teja que pudiera caer.

Cuando bajaba la escalera en pleno movimiento y confusión, me encontré en la escalera con el hijo de nuestros vecinos que había entrado a la casa al ver la puerta abierta y me ayudó a bajar a mi suegra. Llegamos a la puerta y una vez en la calle, me dí cuenta que seguía en bombacha!!!.... para el colmo de color verde limón y con un dibujo de Betty Boop en el parachoque posterior, nada fashion para la ocasión!!!. El terremoto seguía y en eso mi suegra dijo con voz quebrada: "mi pastilla para la presión"... Lo que me dejó tiesa, mi pobre suegra estaba a punto de darle un patatús. 

Armada de valor y a pesar de escuchar el crujir lastimero de la casa, hice "glup" y entré a la mía a sacar un pantalón y zapatillas que con una destreza increíble iba poniéndome entre malabares mientras subía al departamento de mi suegra por sus pastillas. Cuando entré a su cocina vi que la pared izquierda se ondeaba hacia la pared derecha y viceversa, nunca antes había visto algo así, el terremoto nos movía de izquierda a derecha, de arriba a abajo y de adelante hacia atrás. Presa de los nervios no encontraba ninguna pastilla y salí lo más rápido cuando de pronto ví que en la negrura de la noche una inmensa luz como un rayo gigante partía el cielo... casi muero de un infarto!!!

Mi hijo menor estaba a unas casas de distancia y salí disparada a buscarlo, pensaba al igual que el resto que el fin del mundo había llegado. Para mis hijos era el primer terremoto que vivían en sus vidas, ambos estaban en departamentos de sus amigos que quedaban en tercer piso y la experiencia no fue nada grata para ellos. Luego por los noticieros supimos el epicentro y la tragedia que el terremoto había dejado en la ciudad de Cañete. así como se descubrió el enigma de lo que fue ese rayo: luces luminiscentes producto de la descarga de la energía de la tierra. La experiencia fue traumática para muchos jóvenes que jamás pasaron un terremoto. En mi caso la madurez de mis años y mi condición de mamá me hizo fuerte y me ayudó a reaccionar con sensatez y actuar a tiempo. 

Mientras tanto no dejarán de haber simulacros de sismo y nosotros no debemos dejar de participar de ellos. Debemos acondicionar nuestra "mochila de emergencia" con todo lo necesario y mantener su contenido en óptimo estado. En cada casa debe haber un plan de evacuación y entre los miembros de la Tribu establecer un punto de encuentro en caso de que el sismo los sorprenda fuera de casa. Nadie sabe cómo va a reaccionar en el momento de un sismo, pero al menos el estar informados, preparados y entrenados nos hará más eficientes al momento de afrontar un terremoto, sus consecuencias y sobre todo... salir con prisa pero no corriendo los 100 metros planos!!!  :D

INFÓRMATE:
http://www.facebook.com/pages/Cruz-Roja-Peruana/113277568740969?ref=hl

2 comentarios:

  1. "que seguía en bombacha!!!.... para el colmo de color verde limón y con un dibujo de Betty Boop en el parachoque posterior" ahora entiendo porque Betty Boop es cachetona...jajajaj

    ResponderEliminar