domingo, 25 de noviembre de 2012

EN SUS MARCAS, LISTOS.... ¡¡CUCARACHA!!

"La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar..." dice la conocida canción muy tradicional en México, pero en realidad la cucaracha vaya que si puede caminar, correr y hasta volar!!!... La cucaracha es uno de los insectos más antiguos sobre la Tierra, según los estudios se calcula que aparecieron en el período Carbonífero, es decir aproximadamente hace 354-295 millones de años, y con el tiempo evoluciona cada vez más, son tan frágiles que pueden matarse de un solo pisotón y a la vez tan fuertes que pueden resistir el efecto de pesticidas y sobrevivir luego de una radiación. 

Desde pequeña siempre le he tenido pánico a las cucarachas e imagino que a muchas personas les debe pasar igual. Mi madre siempre fue muy cuidadosa para que en casa no nos lleváramos sustos con estos invasores,   pero en época de verano y cuando el calor aumenta, es inevitable encontrar a nuestro paso no sólo una, sino varias cucarachas en plena maratón sobre la vereda. Particularmente mis antenas de bruja  detectan con facilidad las cucarachas, basta que ponga un pie en la calle y resulto brincando e inventando coreografías de baile para esquivarlas y no pisarlas o que se me vayan a trepar. Un día saliendo de mi laburo en pleno cruce de Las Begonias con Juan de Arona, sentí algo que aterrizó en mi pecho exactamente antes del escote, lo cogí y parecía un poco de cinta adhesiva arrugada pero cuando lo miré, tenía patitas que agitaba sin parar!!! En ese entonces pesaba 49 kg, vestía un sastre con tacos super altos, lo que no fue impedimento para gritar como loca y terminar de cruzar la pista de un sólo salto. 

Las cucarachas varían de tamaño y forma de acuerdo a su hábitat, por ejemplo cuando viajé a la ciudad de Iquitos en la amazonía peruana, encontré que todo tipo de insecto era gigante!!!. Recuerdo que cuando caminaba por las calles de Iquitos con el grupo de casi 18 personas con el que viajé, me ponían adelante como detector de bichos, cuando yo pegaba un grito, un brinco y cruzaba a la otra vereda, el grupo ya sabía que había detectado cucaracha a la vista, y así se evitaban el susto y el mal rato. En esa región las cucarachas son tan largas y enormes que parecen tablas hawaianas arrastradas por el suelo, y ni que decir de las hormigas,  polillas, arañas y grillos... son gigantescos.

No hay que dejar de mencionar a las cucarachas más avezadas, aquellas que con o sin combustible encienden turbinas, hélices y alerones para alzar vuelo tal cual aeroplano. Recuerdo mucho que el día de mi matrimonio, mientras esperaba a que llegue la carcochita que me llevaría a la iglesia, entró por la ventana una cucaracha volando!!! Yo no me había dado cuenta de ello, pero dos de mis hermanas la vieron y lo primero que hicieron fue gritar que salga de mi habitación, por el tono de sus voces supe que algo pasaba pero no sabía precisamente qué, salí rápido y cuando estuve afuera gritaron: "una cucaracha volando". No es difícil imaginar que me recogí el vestido y salí disparada llevando el velo como bandera, mis hermanos varones se divertían viendo a "la novia fugitiva" en plena maratón. No quiero ni pensar qué hubiera ocurrido si esa infiltrada aterrizaba en mi velo, en mi cabello o en mi tocado, me muero!!!

En una oportunidad, mientras que estaba en pleno laburo, tuve un encuentro cercano con una cucaracha que se había infiltrado entre las hojas de papel carbón en un cajón del escritorio. Aquel día tenía sentados delante mío a dos funcionarios que estaban de visita y esperaban a ser atendidos por mi jefe. Cuando abrí la gaveta para sacar una hoja de papel carbón también salió la bendita cucaracha que por supuesto pasó corriendo por mi mano y luego voló por los aires cuando lancé todo acompañado de un grito como sirena de ambulancia. Como mi silla tenía ruedas me impulsé del escritorio hacía atrás a toda velocidad y no puse freno. Felizmente no me caí al suelo, pero si llegué a la oficina del costado. Hasta ahora recuerdo la cara de sorpresa y desconcierto de los funcionarios cuando me vieron pasar por delante de ellos sentada en mi silla, gritando, en retroceso y a toda velocidad!!!!

No sé por qué siempre mis encuentros con cucarachas tienen que ser cuando estoy en sandalias y no con botas. Una noche de verano saliendo de la panadería Belgravia en Lince, uno podía encontrar a varios "caseros" con sus canastos vendiendo tamales. Era la hora en que salía el pan recién del horno y la panadería estaba atiborrada tanto de vecinos del barrio como de gente que venía de otros lados para comprar el tan famoso y delicioso pan baguette de la Belgravia. Estaba a punto de cruzar la pista cuando en eso apareció a mis pies una cucaracha tan grande que parecía una tabla de planchar!!! Privada del susto traté de esquivarla pero ella siempre se dirigía a mis pies, así que emprendí la carrera sin darme cuenta que me iba directo hacia un "casero" que al ver que se me habían vaciado los frenos, cogió su canasto y salió corriendo para que yo no lo atropellara....

Tarde o temprano debía aprender a controlar mi pánico y eso pasó cuando me hice madre. Una madre con tal de que nada les haga daño a sus hijos es capaz de enfrentarlo todo... hasta el pánico a las cucarachas. Un día que estaba sola con mis hijos pequeños, mi esposo estaba de viaje, entré a su cuarto para acostarlos, les leía un cuento cuando en eso con el rabillo del ojo ví que algo se movía. En el zócalo blanco se podía ver tremenda cucaracha brillando y hasta podía asegurar que moviendo alas, era gigante!!! Me quedé tiesa, con los ojos como plato y muda. Por primera vez no grité al verla, no quería asustar a mi bebés, tan sólo le pedí al mayor que vaya a mi cuarto y sin quitarle un ojo de encima al bicho ese, saqué a mi otro hijo de la cuna y pasé como "Correcaminos" por su costado cerrando la puerta al salir. Puse una toalla entre la puerta y el suelo para que la cucaracha no salga por debajo, hasta que regresara mi esposo, y mis hijos durmieron conmigo en mi cuarto.

Debo reconocer que soy cobarde para enfrentarme a una cucaracha, prefiero saltar, correr a tener que pisarla. Hace unos días arreglando el cuarto de de mi hijo, ví tirado en el piso una "envoltura", según yo, de caramelo o toffee de chocolate. Como ya había barrido la habitación me agaché a recoger la "envoltura" cuando sentí algo extraño, abrí la mano y Oh sorpresa la "envoltura" tenía patas y me estaba mirando: era una cucaracha!!! Pegué tremendo gritó y de un saque la tiré lejos. Pensé en traer el spray insecticida para enfrentarme con el bicho pero cuando estaba corriendo la cucaracha me hacía la competencia, ambas corríamos los 100 metros planos y en la misma dirección.

De pronto mi celular empezó a timbrar, no sé si fue por la vibración del sonido pero la cucaracha se detuvo en la puerta de mi habitación y yo un poco más atrás, parecíamos dos pistoleros del viejo oeste en pleno duelo. Luego de un "en sus marcas, listos, ya", pude llegar al baño y sacar el spray insecticida, en ese momento me sentí Rambo!!! pero el bicho resultó siendo la "versión cucaracha" de la película "Duro de Matar". Yo creo que las cucarachas ahora vienen con máscara antigas y chaleco blindado. Luego de un enfrentamiento y llaves de karate me terminé el spray insecticida sobre mi víctima hasta que logré verla darse vuelta y estirar sus patitas. Yo solita la logré matar.. y mi celular seguía timbrando...

El mundo algún día colapsará pero estoy segura que las cucarachas seguirán siendo una especie que no desaparecerá jamás de la faz de la Tierra. Las cucarachas tienen una vida corta pero se reproducen a la velocidad del rayo, cuando matas una nacen mil en su lugar. A su paso seguirán provocando infartos en las mujeres y manteniéndonos en forma con cada brinco y salto que damos cuando las vemos. Mientras tanto  seguiremos cantando la canción: "la cucaracha, la cucaracha... no nos deja de fregar!!!".... :D 
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario