martes, 26 de febrero de 2013

LA MALDICION DEL "NO HAY, NO TENEMOS"

   
Los antojos en lo que a comida se refiere es ese irresistible e intenso deseo de comer algo específico y muy en especial. En lo personal debo confesar que soy demasiado antojadiza y hasta el momento siempre he podido satisfacer todos mis antojitos de comer, salvo si en ocasiones se me ocurre regresar al mismo restaurante en donde un mozo parecido a "Largo" de los Locos Adams me torturó con mi postre que nunca llegó (ver crónica en: http://vickymayo.blogspot.com/2012/11/el-postre-que-nunca-llego.html)

Con la intensa ola de calor que nos invade este verano, se me antojó tomar una cremolada de mango y terminé contagiando a mis amigas con mi antojo, así que decidimos salir en busca de una gigante, refrescante e irresistible copa de cremolada. Estando muy cerca al restaurante antes mencionado nos aventuramos a entrar y grande fue mi sorpresa cuando ví venir al mozo parecido a Largo, nos entregó la carta y se quedó parado todo almidonado a nuestro costado. Nosotras, impacientes por satisfacer nuestro antojo, pedimos en coro que nos traiga cremolada, cuando de pronto escuchamos lo que no queríamos escuchar: "No hay".... 
Todas guardamos silencio, yo sin querer queriendo les había dicho en broma: "Seguro que ahora nos dice: No hay".... y así fue!!!. Para no quedarnos sin ordenar algún pedido, decidimos comer helados, pero Largo nuevamente nos inquietó con su respuesta: "No tenemos". Ya parecía tomadura de pelo pero era cierto, así que a mucho insistir de nuestro almidonado mozo, terminamos tomando una limonada frozen, al menos con eso pudimos saciar nuestra sed y mitigar nuestro antojo hasta poder conseguirlo, porque saliendo de allí nos fuimos a otro lugar donde sí tomamos nuestra refrescante cremolada. 

Pero tal parece que "Largo" nos soltó la maldición del "No hay" ó "No tenemos", ya que luego de unos días estando con unos amigos se nos antojó comer ensalada de frutas con helado, entramos a una conocida heladería, logramos acomodarnos en la mejor mesa y sentarnos cómodamente hasta que se acercó una señorita y nos dijo amablemente: "No tenemos helados". No podía creerlo!!!... hasta miré alrededor para ver si por ahí "Largo" estaba escondido y tratando de vengarse por hablar de él en mi crónica... 
Salimos descontentos del lugar pues no había nada helado que pudieran ofrecernos ya que no tenían fluido eléctrico. Sin agotar las esperanzas tentamos en otra heladería y cuando al fin decidimos que pedir cada uno, muy atentos a la respuesta del mozo, recibimos de respuesta un: "no tenemos esos sabores de helado". No nos quedó de otra que adaptarnos a lo que tenían y tratar de hacer la combinación perfecta para satisfacer el antojo del momento. No es que mis amigos y yo tengamos gustos especiales o difíciles de conseguir, pero si hemos llegado a la conclusión de que nuestro querido mozo "Largo" nos echó la maldición de aquel memorable "No hay", "No tenemos".... que suena dulcemente en nuestra memoria cada vez que tenemos que hacer nuestro pedido!!! :D

martes, 19 de febrero de 2013

LA DIETA DEL ASTRONAUTA

Cada vez que mis amigas me preguntan si hago dieta, se me abren los ojos con terror y les respondo con la verdad: "NO". Como hija de padres trujillanos y la quinta de siete hermanos, en casa siempre comíamos como batallón y a pesar de ser mujer tengo buen diente y soy de buen comer, la verdad que no sirvo para hacer dieta porque mi apetito puede más y las veces que me he visto obligada a hacer y seguir una dieta blanda ha sido temporalmente por motivo de alguna infección estomacal o similar. 

Siempre fui de contextura delgada y las veces que tuve sobrepeso fue por los embarazos. Cuando me casé pesaba cerca de 48 kilos, nunca tuve problemas con la comida, salvo algunos engreimientos a los que mi mamuska me tenía acostumbrada, como por ejemplo al comer pescado, los filetes tenían que estar limpios de la parte oscura o de lo contrario no lo comía. Pero al empezar a cuidarme para no salir embarazada, las pastillas anticonceptivas me pusieron "algo generosa" y mis medidas aumentaron ligeramente, lo cual no era nada alarmante pues así y todo se me veía delgada. 

En una ocasión en que trataba de ayudar a una compañera de trabajo a bajar de peso porque se acercaba la fecha de su boda, recordé que ordenando el escritorio de mi jefe, un ex-submarinista de la Marina en retiro, había un documento que decía "La Dieta del Astronauta". Según lo que leímos era la dieta que seguían los astronautas para bajar de peso rápidamente antes de alguna partida al espacio, dieta que también seguían los submarinistas para poder sumergirse a las profundidades del mar.

Sin ningún tipo de asesoramiento y con toda irresponsabilidad, decidimos que era la dieta ideal para que ella llegara a su boda tan liviana como una pluma. Yo no la necesitaba pero se veía tan buena y tratándose de comida, no me hice de rogar para hacer fuerza común con ella. El primer día tocó comer una chuleta de cerdo, yo me compré una gigante, y ensalada fresca. Al día siguiente fue atún y ensalada cocida. 

Cuando mi jefe regresó de su refrigerio notó que mi rostro estaba algo enrojecido. yo no le di importancia pero seguía sintiendo como si un ejército de hormigas corrieran los 100 metros planos por todo mi cuerpo. De pronto apareció un sarpullido en brazos y piernas que no me dejaba trabajar, fue entonces que mi jefe con su instinto paternal me envió a Emergencias, me aplicaron un antihistamínico y con mi descanso médico bajo el brazo me despacharon a mi casa tal cual encomienda. 

Pensé que ya todo estaba controlado, pero la tragedia vino después. Conforme avanzaban las horas y ya por la noche, me empecé a poner roja otra vez, sentía tanta presión en la piel que por un momento parecía que mis manos y pies explotarían, se me hincharon los párpados, los labios y parecía que habían pegado unas enormes hamburguesas crudas a mi cuerpo, pues las manchas ya eran en relieve. Como caserita que regresa por su yapa, una vez más terminé en Emergencia. Era casi media noche y las personas entraban y salían con los cuadros más espantosos de emergencia que hubiera imaginado. La verdad no se lo deseo a nadie.
Llegué con tan sólo un camisón y debajo mi infaltable bombacha sexy. Apenas entré al tópico y dije los síntomas al Doc de guardia me pidió que levantara mi camisón; "un poco más" me dijo y prácticamente lo tenía en el cuello. Me pidió que tome asiento y salió. Al cabo de un rato regresó pero con un batallón de 8 a 10 "Médicos Internistas" y mientras él les indicaba mis síntomas me pidió que levantara mi bendito camisón. Al ser atendida en Emergencia no me habían puesto ninguna bata que facilitara la revisión, lo cual me incomodó. Me sentí como una chica de Play Boy enseñando mi escultural anatomía mientras los Internistas contemplaban la obra de arte que la intoxicación severa había dibujado en cada centímetro de mi piel. 

El Doc salió dando la indicación de una dosis de "adrenalina" mediante una jeringa en mi brazo, era tan potente que tenían que hacerlo con pequeños toques cada 20 minutos y hacer lo que fuera para evitar que me quede dormida ya que podía afectar el ritmo cardíaco de mi hermoso corazón. Lo extraño fue de que los Internistas se ofrecieron en mancha a encargarse de mi caso, y luego de un "yam kem po" uno de ellos ganó. El se acercaba a cada instante para conversarme mientras yo me iba "drogando" lentamente. Sentía como si no tuviera dominio sobre mi cuerpo, jadeaba porque se me aceleraba el corazón y la voz me salía tan sensual como una chica de película triple X y lista para decir "arde papi".... 
                                                   
Pasé toda la madrugada en Emergencia y la verdad no recuerdo qué confesiones le hice al Internista que me estuvo controlando, ya que si bien no permitieron que me duerma, no estaba lo suficientemente consciente de lo que decía. El diagnóstico fue una intoxicación severa pero no se sabe si fue por el chancho, por el atún, por la mezcla de ambos o porque se le antojó a mi escultural anatomía ser exhibicionista y lucir una sexy bombacha de estreno... Definitivamente no sirvo para hacer dietas, hablar de comida para mi es cosa seria, pero algo si está muy claro... hay que ser un astronauta para seguir esa dieta!!!  :D

sábado, 16 de febrero de 2013

EL TEMIDO BOUQUET DE NOVIA

El "bouquet", aquel arreglo de flores que las novias suelen lanzar al grupo de amigas solteras en señal de augurio de boda para quien lo reciba, puede llegar a convertirse en la manzana de la discordia en una despedida de soltera o en la misma boda. Se presume que esta tradición proviene de Francia en el siglo XIV, cuando los invitados debían correr tras la novia para sacarle la liga que tenía puesta. Al transcurrir de los años y para evitar situaciones embarazosas para la novia al momento de querer quitarle la liga, se cambió la tradición y se optó por lanzar el bouquet con el que entraron a la iglesia.

Cuando era adolescente recuerdo haber visto un incidente al momento de lanzar el bouquet que definitivamente me marcó para siempre. Pidieron que las solteras se agrupen y la novia lanzó el bouquet, la desesperación entre las chicas fue tanta que entre ellas se golpearon, arañaron y una de ellas salió con un corte en la mejilla algo considerable pues estaba sangrando. La escena fue tan impactante que me prometí a mi misma que cuando tenga edad de estar entre las solteras asistentes a un matrimonio, jamás participaría en el momento en que la novia lanzara el bouquet. 
Los años pasaron y empecé a asistir a las despedidas de soltera y bodas de mis amigas o compañeras de trabajo. Tal como me prometí, me abstenía de participar al momento en que lanzaban el bouquet. Fue en la despedida de soltera de una amiga de colegio que casi yo termino sin vestido!!!. Los familiares llamaron a todas las solteras y yo me hice de oídos sordos, pero mi amiga logró descubrirme y me pidió que participara, a lo cual me negué. Pero fue tanta su insistencia y para evitar la demora del lanzamiento, decidí ponerme a un costado del grupo de solteras, mi amiga volteó antes de lanzar su boquet y con una mirada cómplice y pícara me hizo señas y dijo: "va para ti"...

En mi mente recordaba el incidente que ví cuando era adolescente, tenía miedo de que alguna de las chicas solteras me lastimara con alguna sortija, pulsera o con las uñas. Tuve tan mala suerte de que mi amiga tuviera tan buena puntería y el bouquet fue derechito hacia mi. Era como ver una película en cámara lenta, el bouquet venía por el aire y ví inmediatamente el mar de manos con uñas y sortijas cerca a mi rostro, por lo que cerré los ojos y me cubrí con ambas manos. Solo sentí el choque del bouquet en mi cabeza y luego todo fue confuso, terminé de espaldas en el suelo, aplastada por las chicas, sin un zapato y con el vestido roto en uno de los costados. Me sentí como un jugador de fútbol americano!!!...
Con el tiempo, llegó el día de mi boda y me tocó a mi lanzar el bouquet de novia y con ello al fin me liberaría de tener que participar en aquella tradición aparentemente inofensiva. No es fácil lanzar el bouquet y mucho menos de espaldas hacia atrás. En mi despedida de soltera no tuve inconveniente al momento de lanzarlo, pero el día de mi boda la cosa fue diferente. Mi bouquet con el que entré a la iglesia era bastante grande y largo, se lo había prometido a la Virgen María, así que tuve otro bouquet algo más pequeño para poder lanzarlo, pero no calculé bien y al hacerlo lo hice con tanta fuerza que se elevó considerablemente, como si pretendiese que llegara a la Luna. Mis amigas solteras trataban de buscar en la oscuridad de la noche la trayectoria de la caída de mi bouquet, ya que había desaparecido de cualquier radar.... y es que no controlo mi fuerza!!!  :D

EL CAPRICHO POR LAS FLORES DE BODAS

Con motivo de la celebración de San Valentín y luego de recibir hermosas flores, en especial rosas rojas, compartí en una crónica el recuerdo de una anécdota sobre un arreglo de flores que recibí de un admirador en esa misma fecha. (ver crónica en http://vickymayo.blogspot.com/2013/02/feliz-dia-de-san-volantin.html). Desde niña adoro las flores, siempre había en casa floreros en diversos ambientes luciendo las más hermosas flores naturales. Las flores expresan bellos sentimientos, alegran la vida y nos ofrecen una sensación de paz y relajamiento que es difícil resistirse a disfrutar de su fragancia y aroma. 

Por alguna extraña razón que ni yo misma me explico, ya cuando era una señorita y empezaba a asistir a los matrimonios de mis amigos o compañeros de trabajo, me dio el capricho de siempre coger o arrancar alguna de las flores de los adornos de bodas a las que iba. No guardaba ni coleccionaba las flores, no había ninguna razón en especial, en realidad no hacía nada con ellas pues luego las echaba al tacho de basura. A simple vista ese extraño capricho parece inofensivo, pero en algunas oportunidades se convirtió en una mezcla de algo divertido y desagradable, pero anecdótico. 

En una ocasión en que estaba esperando con un grupo de amigos a que lleguen los novios al local de la recepción, no se me ocurrió mejor idea que mientras ellos fumaban, yo me puse a contar las flores blancas de la guirnalda de flores que adornaba la puerta de ingreso del local. La guirnalda era hermosa, con una gran campana hecha de flores blancas que al ingreso de los novios se abría para bañarlos en pétalos de rosas en señal de buen augurio. Como sobraba una flor que no hacía número par decidí sacarla, la jalé suavemente pero no salía, lo hice con más fuerza y nada, hasta que tomé más impulso y listo!!!... al fin la florcita era mía, pero la guirnalda también!!!... Resulté tirada de espaldas en el suelo y con la guirnalda encima mío, los invitados se acercaron a ayudarme y pensaron que se me había atascado el taco en algún sitio y por eso el motivo de mi caída, a lo que por supuesto dije sí!!!.... mis amigos se hicieron humo!!! :D
En otra ocasión, cuando iba en el auto de mi enamorado nos detuvimos a la señal del semáforo en rojo, y a nuestro lado izquierdo se detuvo una tremenda limosina con un par de recién casados dentro y estaba decorada con guirnaldas de flores y bouquets en las puertas. Eran tan bellos los adornos y contemplaba tan divertidos a los novios cuando de repente apareció ese bendito caprichito, y como si tuviera un pequeño diablito en la orejota que me decía "hazlo", me lancé por encima de mi enamorado sacando el brazo por la ventana para tratar de coger una flor del bouquet que adornaba la puerta más cercana a nosotros. Casi me da un infarto cuando ví que la puerta posterior de la limosina se abrió y bajó el novio!!!... Uy!!! entonces desistí de seguir jaloneando la flor y pensé que vendría a gritarme, pero no fue así, se acercó a la puerta del bouquet y con paciencia lo desató para luego regalármelo, la novia por la ventana sonreía.... y mi enamorado me quería ahorcar!!!
Pero no soy la única que tiene ese tipo de caprichos, en el matrimonio de una amiga habían unos adornos muy lindos y super grandes en las paredes del local donde era la recepción. Ya cuando nos retirábamos de la fiesta, un amigo no se quedó con las ganas de llevarse uno de esos arreglos, así que aprovechando su alta estatura lo descolgó y luego lo puso en la parte trasera de su auto. Les aseguro que soy inocente y no fui yo quien le dio la idea, fue tan sólo un antojo de tenerlo y el simple hecho de ponerlo en su auto, no sé si como kábala o augurio de próxima boda, pero me sentí mejor de saber que no era la única con ese tipo extraño de capricho.

Cuando me casé no recuerdo que alguien haya jaloneado las flores de los adornos de la carcochita que me trasladó a la iglesia, a la toma de fotos y al local de la recepción, pero lo que si recuerdo es que una chica jaloneó a mi esposo de estreno. Antes de ir al local de la recepción estábamos en plena sesión de fotos en El Olivar, cuando de repente se detuvo un auto del cual bajaron dos chicas de lo más alborotadas, una de ellas se acercó más, me dijo: "préstamelo un ratito" y lo sentó a mi esposo en el peldaño del estribo de la carcochita, ella se sentó en sus piernas y su amiga le tomó una foto!!!.... Fue cuando se acercó a darme un beso, desearnos felicidades y se fue corriendo, alborotada y gritando: "Sí, este año me caso!!!", algo paradójico ya que era diciembre y no le quedaba mucho tiempo para organizar su boda. Ya de casada se me quitó ese tipo de capricho... pero aparecieron otros!!!... la travesura bien lo vale no???... :D

jueves, 14 de febrero de 2013

CHOTEADA POR LOS CURAS

A raíz de la renuncia del Papa al Vaticano y la aparición de anuncios sensacionalistas sobre profecías de los rayos que caen sobre el Vaticano, que si ya no hay papa, que si se acabó el balón de gas, que si el gato se va de shopping y el perro de juerga, y con un nuevo vaticinio de que otra vez nuestro globo terráqueo está a punto de desinflarse,  confesé de que desde hace algunos años tengo motivos personales para que yo haya perdido toda confianza en los curas.

Desde pequeña siempre ví a los curas como algo solemne, como si fueran parte de Dios sobre la tierra, recuerdo que cuando hice mi Primera Comunión el cura que me dio la hostia era un viejito casi angelical, en el altar le pedí a Dios que cuando me case lo pudiera hacer en la misma iglesia y que ojalá me tocara un curita tan angelical como el de esa vez. Los años pasaron y gracias a los documentos de traslados pude casarme en la misma iglesia, pero me tocó un cura que durante la ceremonia estuvo más preocupado por la cantidad de mis invitados y la recepción, que por la ceremonia en si. 

Con el ingreso de mis hijos a un colegio parroquial, se incrementó mi participación en las actividades de pastoral y muchas veces mi Tribu y yo fuimos la familia oferente que ingresaba detrás del cura al empezar la misa de la comunidad, siempre apoyando las labores de la parroquia. Pero un día en que como todos los domingos llegué a confesarme, una vez que entré al confesionario el padre me miró y me dijo: "Hija ya mejor ni vengas, no es necesario que te confieses". Totalmente sorprendida le pregunté cómo me iba a comulgar sin haberme confesado antes, y él me contestó: "tan sólo reza un Padre Nuestro y dos Ave María". 

La verdad que salí desconcertada, marginada, desterrada!!! :D  Siempre converso con Dios en cualquier lugar donde me encuentre, y ese día al toque le conté lo sucedido y le dije que no era mi culpa, recé la penitencia al paso y comulgué, pero les confieso que no me sentí nada bien. Una tremenda confusión se apoderó de mi,  me sentí decepcionada, fue cuando empezó mi desconfianza.

Al cabo de unos años, me volvieron a decepcionar gravemente. El ingreso de mi hijo menor al colegio militar me afectó muchísimo, jamás pensé en escuchar tantas historias sobre maltratos y vejación a los cadetes y el tan sólo hecho de pensar que mi hijo, a quien cuidé con tanto esmero desde que nació, pudiera pasar episodios tan drásticos y terribles  me hizo perder la cordura emocional. Si a eso se le añade que tenía que estar internado y al principio tener que dejarlo de ver casi 4 meses, no se lo deseo a ninguna madre, es verdaderamente terrible. 

Emocionalmente no estaba bien, sentía mucha tristeza, angustia, pena de no tener a mi hijo en casa, cada ida al cuartel para dejarle ropa limpia era un martirio y viví una etapa muy difícil en mi vida. Un día escuché el drama de unos padres de familia que acababan de retirar a su hijo y demandar al colegio porque varios cadetes de año superior habían miccionado en un recipiente y le obligaron a tomárselo a su hijo. El saberlo me aterró e indigno muchísimo, yo ya había visto en la espalda de mi hijo las cicatrices que le dejó la rotura de un palo de escoba en su espalda, también por un cadete de año superior: para una madre es demasiado!!!...

Un día me sentí tan mal, sola y emocionalmente destrozada que fui a refugiarme a una iglesia conocida, ahogada en llanto me dí con la sorpresa que el templo estaba cerrado. Fuí en busca de ayuda espiritual y busqué hablar con un cura, me dijeron que no era hora de atención y que vaya a la casa de los padres, quizá allí me podrían ayudar. Cuando llegué las señoritas que atendían en el despacho se preocuparon al verme, pedí hablar con un cura, me dijeron que estaban en refrigerio y cuando les volví a insistir una de ellas entró y volvió a salir para decirme que el cura decía que regrese más tarde porque estaba en su hora de descanso.... 

Dios es grande y no me abandonó, cuando prácticamente me cerraron las puertas de la iglesia, me fui al parque que está detrás y lloraba pidiendo al cielo una respuesta, en ese momento se acercó una señora que me había estado observando desde el velatorio, ella me escuchó y con la dulzura de un ángel me habló, me comprendió y me brindó aquella ayuda espiritual y emocional que estaba buscando al llegar a la iglesia. Cuando me sentí me sentí más aliviada con el peso tan grande que llevaba en el corazón, la señora se despidió y cuando volteé para verla había desaparecido. No puedo evitar que se me escape una lágrima al recordar este triste episodio de mi vida, pero es real, felizmente mi problema no era tan grave como aquellos que perturban tanto y que pueden llevar a las personas a tomar la peor decisión de sus vidas. 

Choteada por los curas ahora me pregunto: qué hubiera pasado si yo hubiera sido una persona con un problema mayor y hubiera estado al punto de un suicidio?. Se supone que los curas son los representantes de la iglesia, los intermediarios de Dios, los mensajeros de su palabra. ¿Qué clase de curas son aquellos que no te dan importancia y te absuelven de la confesión sin siquiera escucharte?. ¿Cómo puedes volver a confiar en un cura si cuando fuiste en busca de ayuda te cerraron la puerta porque era la hora de su siesta?... Yo creo y confío en Dios, a quien agradezco cada día la bendición de tener vida y salud, converso con él en cualquier momento y lugar donde me encuentre, pero lamentablemente hace muchos años que no puedo volver a confiar en sus supuestos intermediarios que estoy segura, si se hubiera tratado de concretar el cobro de una misa, inmediatamente me hubieran atendido.... Curas vemos, curitas no sabemos!!!!... :O

FELIZ DIA DE SAN VOLANTIN

El Día de San Valentín, según Wikipedia, fue declarado por primera vez alrededor del año 498 por el Papa Gelasio I, es una celebración tradicional de países anglosajones que se ha ido implantando en otros países a lo largo de la historia. En algunos países se conoce como Día de los Enamoradas y en otros como Día del Amor y la Amistad. Existen diversas teorías sobre el origen de esta fecha, en los países nórdicos dicen que es en estas fechas cuando se emparejan y aparean los pájaros. En 1840, Esther A. Howland comenzó a vender las primeras tarjetas postales masivas de San Valentín, con símbolos como la forma del corazón o de Cupido. 

Cuando era niña no recuerdo haber escuchado acerca de esta celebración, recién apareció según el disco duro de mi memoria en la etapa de mi adolescencia. Recuerdos van y recuerdos vienen, y entre ellos vino el recuerdo de un detalle de San Valentín que es difícil de olvidar. Siempre me ha gustado recibir flores y más aún si son rosas ya que soy amante de las rosas!!!. Hace muchos, y vaya que son muchísimos años atrás, cuando tenía algo de 19 ó 20 años, había un admirador que me asediaba mañana, tarde y noche, lo cual no era de mi agrado ya que yo tan sólo lo consideraba como un amigo, sin embargo es extraño que sea precisamente él quien me regaló el recuerdo más grande de San Valentín. 

No faltaban los detallitos como peluches, chocolates y tarjetas que llegaban como parte del cortejo, algo que me incomodaba y solía devolver, pero era inevitable que siempre me quedara con los chocolates!!! :D. Llegó el famoso Día de San Valentín y grande fue mi sorpresa cuando llegué a mi laburo y encontré delante de mi escritorio, porque no cabía en ningún otro sitio, un tremendo arreglo de flores, en su mayoría rosas rojas, tan grande pero tan grande que ya parecía un arreglo de flores para inauguración de algún local o fecha conmemorativa. Era la primera vez que me enviaban un arreglo tan grandote. Más grande fue mi sorpresa cuando salió mi jefe y me dijo: "Vicky, qué significa esto!!!"...
La oficina olía a florería, no sabía dónde poner tremendo arreglo y algo confundida le pedí ayuda a dos amigos para que lo lleven hasta el baño de damas porque en definitiva no podía quedarse en mi oficina. Mi jefe era algo celoso, pero de esos celos paternales que apenas veía algún admirador rondando era capaz de salir con su escopeta para ahuyentarlos. No es difícil imaginar que tremendo arreglo me lo envió aquel admirador a quien yo tan sólo veía como un amigo. Al terminar la jornada de laburo empecé a regalar las flores y les hice su San Valentín a muchos compañeros que se ahorraron la compra de rosas... pues yo no podía ni quería quedármelas. Lo más curioso es que a pesar de que me fascina recibir flores, los enamorados que tuve no solían regalarme muchas, sólo en ocasiones especiales...

Hoy en día esta celebración se ha convertido en una oportunidad más de negocio y comercio, cada vez en incremento de venta de artículos y servicios. Desde un simple llavero con algún mensaje de amor, pasando por una joya, una cena romántica, un perfume irresistible, hasta la reserva de una suite en algún hotel con regalito incluído. Se comercializan los alimentos, los peluches, las joyas, los perfumes, los licores, las bombachas y hasta los sentimientos, se olvida de la esencia de lo que realmente significa el amor y la amistad. Todo tipo de lugar y actividad se encuentra abarrotados de personas y el tráfico se pone insoportable... parece Navidad!!!... y seguro tendrán Noche Buena???.... A saber!!!... Feliz Día de San Volantín!!!  :D

lunes, 11 de febrero de 2013

LA TRAVESURA DE UN VIEJITO MAÑOSON

Todo hombre cuando llega a la tierna etapa de la ancianidad es considerado un sobreviviente de la vida, un guerrero, un luchador, pero también un ser frágil, tierno y merecedor de toda nuestra atención. Con ese aspecto inofensivo y bonachón son la imagen ideal del abuelito chocho que da ganas de apapachar y refugiarse en sus brazos cuando algo no sale como esperábamos. Los viejitos se convierten en una enciclopedia viviente y no sólo están llenos de conocimientos y experiencias, sino que también, como buenos "zorros viejos", tienen maña y se las saben todas!!! 

No tengo la suerte de tener vivos a mis abuelitos, en realidad jamás los conocí porque mi abuelo materno, un apuesto trujillano, falleció cuando mi mamuska era niña; y mi abuelo paterno, un espigado americano, murió en el extranjero cuando yo no estaba pero ni en proyecto. Debo confesar que me hubiera encantado conocer a mis abuelitos, apapacharlos, que me engrían y engreírlos, será por eso que los viejitos son personas muy especiales para mi y merecedores de todo mi respeto, atención y consideración, aunque a veces me tope en el camino con "ciertas excepciones"....
La semana pasada iba caminando hacia el gimnasio y al estar a pocas cuadras de mi casa, tengo la costumbre de salir con la malla y body puestos, lista para ingresar al gym, guardar mi maletín en el locker y empezar contenta a entrenar para luego disfrutar de mis clases de baile. Llevaba una malla de color negro, fucsia y blanco que hacía juego con el body y hasta con los coletes de mis trenzitas, iba con prisa porque salí tarde y empezaba la única clase de ritmo negro que tengo a la semana. A pesar de ser casi las 5 de la tarde el calor era verdaderamente insoportable y hasta el aire que uno respira ya está caliente!!!

Al llegar a una esquina y viendo que cambiaría la luz del semáforo apresuré mi marcha y logré cruzar la pista, pero grande fue mi preocupación cuando ví a un viejito que venía caminando por la vereda y de pronto se apoyo de espaldas a la pared y puso una de sus manos al pecho, se veía sofocado, agitado y pensé que se desplomaría al suelo. Asustada corrí hacia él con mi tremenda maleta para poder auxiliarlo, apenas llegué sujeté su mano en el pecho y traté de tranquilizarlo, le pedí que respire suavemente para estabilizar su respiración ya que estaba muy agitado. La verdad que me asusté porque no sabía cómo actuar para dar los primeros auxilios en caso de que fuese un infarto.
Contemplaba tiernamente al viejito mientras trataba de tranquilizarlo, tenía sus cabellos, cejas y bigote tan blanquitos como motas de algodón, sus ojos eran de color verde otoño, estaba bien vestido, limpio, parecía vecino de la zona y por un momento pensé que moriría frente a mi. Volteé a pedir ayuda cuando de pronto el viejito puso su otra mano sobre la mía, me abrió sus tremendos ojazos y me dijo: "Ay hijita linda, gracias!!!, te ví venir y quise sentir el calor de tu mano sobre la mía".... 

Sí, no puedo negarlo, luego de escucharlo mi mente siniestra pensó en darle un zapatazo para que de verdad le de un infarto!!!... Me sentí tan tonta de haber caído redondita en la travesura del viejito mañosón y me dio tanto coraje que le solté inmediatamente la mano y le dije en voz alta a manera de reproche o reprimenda: "Viejo verde!!!, viejo mañosón!!!".... Los empleados de un restaurante cercano que habían salido para ayudar soltaron la carcajada, mientras yo me alejaba caminando requintando y diciéndole que la próxima vez, cuando sea un infarto de verdad, nadie lo ayudará!!!.... 
                                                  
Cuando llegué al gym y luego de disfrutar de mi clase de ritmo negro no pude evitar recordar lo sucedido y comentarlo con algunas amigas, no me quedaba otra que reírme de mi misma y de la picardía y travesura del viejito al que no le importó nada más que sentir mi mano sobre la suya. Pero es cierto, los viejitos a esa edad se vuelven mañosos, basta con cruzarse con ellos por la calle para escuchar sus piropos, algunos finos y elegantes, otros impropios y vulgares. Es inevitable sentir la escaneada de su mirada desde adelante, al costado y por atrás!!!... Pero algo si me quedó claro, la próxima vez que vea a un viejito pararse de cabeza, convulsionar o ahogarse en mi delante, no lo tocaré y buscaré la ayuda inmediata de un caballero, vamos a ver si a él le cogerá la mano!!!... Que lisura!!!... :D

CON LOS HONORES DE UNA MAMA CADETE

Tener a un hijo de 14 años internado en el colegio militar no es nada fácil para una mamá, más aún si no está familiarizada con la formación castrense como prioridad en la currícula escolar. Cuando mi hijo ingresó al Colegio Militar Leoncio Prado (CMLP), sus instalaciones en La Punta, Callao, fueron demolidas para construir un colegio moderno y seguro, pero no se les ocurrió mejor idea que mudarse provisionalmente al Cuartel Hoyos Rubio ubicado en el distrito del Rimac, distrito que sólo conocía por fotos, reportajes y videos, pero cuando una madre ama infinitamente a su hijo es capaz de ir hasta el fin del mundo con tal de verlo feliz. 

Convertida en "mamá cadete", los días viernes eran los de mi "servicio militar obligatorio", ya que que los cadetes tenían salida de fin de semana hasta el domingo por la noche en que volvían a internarse. Con la emoción brotando por cada poro, una sonrisa en el rostro y la felicidad en el corazón por ir a recoger a mi hijo, salía con tiempo desde mi laburo en el distrito de Miraflores hacia el cuartel en el Rimac. Eran casi dos horas interminables de viaje en bus pues me daba miedo tomar taxi sola hasta esa zona, toda una aventura para alguien que no estaba acostumbrada a movilizarse sola hasta lugares tan lejanos. 

Al ser un cuartel del ejército, donde se había instalado provisionalmente el colegio, no estaba permitido el ingreso de los padres de familia de los cadetes, salvo si lo hacían por alguna gestión en particular en el área administrativa o para efectuar algún pago. Cuando llegué al cuartel, para estar más tranquila y segura decidí entrar para esperar en el sub cuartel del Estado Mayor,  ya que los cadetes no tenían una hora fija de salida y esperar en la calle era inseguro y peligroso. 
Apenas puse un pie dentro del cuartel noté movimiento de tropa (soldados del ejército) que se iban colocando en filas paralelas hacia la guardia de prevención (garita de control). Con la sensación de que me harían "callejón oscuro" seguí caminando cuando de pronto los más de 100 soldados empezaron a aplaudir y a silbar!!!... No es difícil imaginar la cara de sorprendida que puse y con las mejillas sonrojadas seguí avanzando cuando en eso, arrancó una marcha con la banda que estaba camuflada más allá y con el primer "boom" del bombo y "tururu" de la trompeta me hicieron saltar en el aire tal cual gatita asustada!!!!

La ovación era cada vez más fuerte y yo no entendía lo que pasaba, por un instante me sentí como diva de Hollywood caminando por la alfombra roja para ir a recibir su Premio Oscar bajo una lluvia de increíble popularidad. Caminé por el centro hacia la guardia para identificarme y dejar mi DNI, sorda con la bulla de aplausos, silbidos, arengas y música de la banda... y por supuesto que roja como un tomate. El personal del ejército es muy estricto  pero también suelen celebrar todo tipo de aniversarios y fechas conmemorativas, así que hasta imaginé que a lo mejor me había tocado ser la "mamá No. 1,000" que pisaba el cuartel y que por eso era tanta algarabía... :D
Cuando llegaba a la guardia sentí como vibraba el piso con tanta adrenalina junta de la tropa, en ese momento si que me asusté y me sentí del tamaño de la cabeza de un alfiler entre tanta tachuela y clavo. Grande fue mi sorpresa cuando ví que detrás mío entraba un grupo de efectivas (mujeres soldados) que venían de un torneo deportivo con una tremenda copa que llevaban en alto.... en ese momento comprendí que tanta ovación y algarabía era para ellas. Felizmente que no se me ocurrió levantar mi manito saludando al mismo estilo de las candidatas a concurso de belleza, hubiera sido tremendo papelón!!!

Una vez que ya estuve dentro del sub cuartel y mientras espera la salida de los cadetes recordaba lo sucedido, fue agradable pensar que aquel "gran recibimiento" se lo daban a una "mamá cadete" que de su laburo salía directo y sin almorzar, cruzando la ciudad de Miraflores al Rimac con la emoción de ver salir a su hijo cadete luego de 5 días de no verlo. Lástima que no tuve mi cámara a mano, el celular que usaba en aquel entonces no tenía cámara y no pude guardar gráficamente aquel momento, pero quedará por siempre en mi memoria... Fue tan divertido sentirse ovacionada por la tropa, que bien valió la pena el susto que me dieron!!!... :D