Quién alguna vez en su vida no escribió un poema dedicado a
su mamá?. Desde pequeños hay un lazo mágico muy fuerte que nos une a nuestra
mamá, es como si al nacer tan sólo cortaran físicamente el cordón umbilical
pero en realidad se mantiene allí por toda la vida, será acaso porque desde
nuestra creación todos pasamos una cómoda estadía en el vientre materno antes
de nacer? Con este sentimiento no se le quita ni viene a menos el papel
protagonista de mi padre, quien también juega un papel importante en la
historia de mi vida.
Pero hoy voy a dedicar a mi madre toda aquella inspiración
que de ella aprendí. Marina, una hermosa mujer trujillana de ojos verdes, mucha carisma y belleza espiritual a flor de piel, es mi mayor
y mejor ejemplo de ternura, amor, dedicación, alegría, creatividad, inteligencia,
sacrificio, fortaleza, valentía, responsabilidad, honestidad, belleza, valores y
principios que siempre me inculcó a través de los años. Madre de siete
enanitos, cuatro mujeres y tres varones, siete enanitos de los cuales Yo por
supuesto soy la más bonita!!! :D
Dice el viejo dicho: “Cada hijo es una cruz para la madre”…
pero para Marina cada hijo es una bendición, cada uno de sus siete enanitos son
un mundo aparte, cada uno con sus diferentes caracteres, situaciones y
realidades. No sé cómo hace para soportarnos a cada uno de nosotros cuando se nos
sube el indio o nos ponemos verdes, siempre ella con una palabra amiga tiene la
respuesta, con su amor, comprensión, tolerancia y prudencia.
Desde que tengo uso de razón llevo la imagen de Marina
siempre haciendo algo, no puede estar sin hacer nada, tiene mucha creatividad y
arte en las manos, desde un impecable bordado, pasando por un banco de madera
hecho por ella, hasta el más delicioso manjar o potaje en la cocina. Disfruta
del canto y del baile, hasta antes de que sus 82 años la hagan bajar
revoluciones. De cada uno de sus siete enanitos guarda infinidad de anécdotas que transmite con mucho amor a sus nietos. Cuantas travesuras, cuantas veces también la hicimos renegar con ellas, desde salir a hacer sus compras con un fino prendedor hecho por mi a base de un imperdible cargado de botones, hasta bajarse la cortina en llamas y apagarla con un edredón, que mi hermano y yo encendimos jugando a los indios!!!!....
Marina ama a todos sus enanitos por igual y aún a sus 82
marzos sigue al pie del cañón, con una fortaleza increíble para que a pesar de
sus molestias y dolencias propias de la edad, siempre nos reciba con una sonrisa,
con una anécdota, con alguna ocurrencia, no falta algún detalle. Doctora
empírica, Sargento honorario, Angel de la guarda, siempre ha hecho todo lo posible,
y lo imposible también, por darnos de lo bueno siempre lo mejor!!!
Todo lo que soy se lo debo a Marina y doy gracias a Dios por
regalarme la dicha de tenerla aún a mi lado, sé que el tiempo no alcanzará para
retribuir todo lo que ella dio por mi, su salud, su juventud, parte de su vida,
pero su entrega no es en vano ya que ahora en mi calidad de madre, puedo volcar
y transmitir a mis Chuckys todo lo que de ella aprendí…. Te amo Cochita hermosa
y no imagino mi vida sin ti!!!
auch! ...totalmente de acuerdo, que bonita dedicatoria!
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