A MIS HIJOS, EN EL DIA DE LA MADRE

El "Dia de la Madre", según Wikipedia, es una festividad que se celebra en honor a ellas en diferentes fechas del año según el país. Las primeras celebraciones del Día de las Madres se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Con el tiempo los católicos transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús. Pero finalmente fue el presidente americano Woodrow Wilson quien en 1914 declaró el "Día de la Madre" como el segundo domingo de mayo en Estados Unidos. Así fue gestado el día internacional de la madre que después fue encontrando eco en otros países que lo adoptaron hasta la actualidad, y nosotros no fuimos la excepción. 

Este 2013 celebro mi "Día de la Madre" número 22 y me parece increíble que ya hayan pasado tantos años desde aquella fecha en que hecha una gelatina de los nervios, mi doctor me daba los resultados de los análisis que confirmaban mi primer embarazo. Me invadió una mezcla de sentimientos, sensaciones y emociones nuevas para mi, recuerdo que para variar, arranqué en llanto de tanta alegría y miedo a la vez, alegría de saber que tendría mi primer hijo y miedo por la gran tarea, responsabilidad y riesgo que significaba llevar un embarazo... mi primer embarazo!!!

Fue hace 22 años en que el regalo del Día de la Madre para mi mamuska y mi suegra fue una tarjeta hecha por mi con el dibujo de una cigüeña que decía: "Felicidades, viene un nieto en camino". Siendo una persona tan efusiva y espontánea me fue muy difícil contenerme para guardar un secreto que quería gritar a voces a los cuatro vientos, pero bien valió la pena guardar la primicia para una fecha tan especial. Luego de dos años de matrimonio decidimos que ya era momento de hacer un pedido a la fábrica de bebés, así que antes de gestionar la orden de pedido y para llevar un buen embarazo me sometí a una revisión completa de carrocería, chasis, nivel de aceite, balanceo y afinamiento para que mi primer bebé encuentre un alojamiento 5 estrellas y full equipo. 

Para toda mamuska cada embarazo es especial, pero el primero siempre tendrá un plus por el mismo hecho de ser el que inauguró la fábrica. Siendo mi primer embarazo y yo tan cuidadosa, me compré la enciclopedia perfecta de 3 tomos sobre la futura mamá, tomé cursos sobre el cuidado del bebé y gimnasia pre-natal, no me perdía ningún programa, artículo o video sobre maternidad que me ayudara a llevar una buena etapa de gestación. Sin embargo, hay cosas que lamentablemente escapan de nuestras manos y a pesar de estar con 7 meses de embarazo, no fui ajena a un asalto con cuchillo en mano que el ladrón puso en mi nuca mientras me jaloneaba y tiraba de mis cabellos hacia atrás. El ladrón sólo me pedía mi aro de matrimonio y yo terca no se lo daba porque ilusamente iba negociando con todo lo de valor que tenía como reloj, joyitas, un perfume y dinero, le dí todo lo que él no me pidió, pero cuando me amenazó que me cortaría mi barriguita si no le daba mi aro, inmediatamente se lo entregué sin chistar... con mi pasajero a bordo que ni se meta!!! 

Pero el título oficial de "madre" lo recibí cuando llegó el momento de enfrentarme al tan esperado parto, y el mío fue espectacular ya que a mi inquilino no se le ocurrió mejor idea que llegar un 31 de diciembre. Luego de mi maestría sobre como llevar un buen embarazo, todo se me fue al cacho cuando empezaron los dolores del parto con el acompañamiento  inesperado de un calambre a la pierna, sin necesidad de maquillaje y disfraz hice el papel de Linda Blair de la película "El exorcista", ya que cada vez que alguien entraba y me cogía la pierna para decirme: "tranquila, inhala, exhala, inhala, exhala", mi cara se ponía verde, mi cabeza daba vueltas y me retorcía de dolor por el calambre asesino que me estaba matando... y mi dulce voz se transformó en la de Tazmania diciendo: "no me toqueeeen". 

A los tres años de mi debut como madre, decidimos hacer una orden de pedido para un nuevo integrante en la Tribu, así que nuevamente entré al hangar para la revisión de rigor y dejar totalmente operativo el alojamiento 5 estrellas de lujo y full equipo para mi futuro tripulante. Fue una emoción tan grande el que tu doctor te entregue los resultados de los análisis y te confirme que ya tienes pasajero a bordo, estaba gestando mi segundo embarazo y lo esperaba con la ilusión más grande del mundo. Pasados los 9 meses de mi segundo embarazo, llegó el momento ansiado del parto. Ya como madre experimentada supe como manejar la situación y tomé las cosas con más calma, aunque debo confesar que con el segundo embarazo, en el noveno mes me puse como un globo dirigible a punto de estallar... sobrepeso y retención de líquido no es una dupla agradable ni fácil de sobrellevar, pero no todos los embarazos son iguales. 

Mi segundo título de "madre" lo recibí un 17 de abril, en que mi inquieto pasajero estaba tan ansioso por salir que el parto fue tan rápido y fácil que me quedé con ganas de usar el stock de gritos de parto que había estado ensayando. Recuerdo que se me antojó comer pan con chicharrón cuando entré a sala de partos, daba lo que sea en ese momento por darle un mordisco, será quizá porque mi hijo nació a las 10:00 de la mañana en punto y no me dejó tomar desayuno ese día. Lo importante es que al igual que mi primer hijo, llegó completo, sano y hermoso. A pesar de que el doctor me lo consultó varias veces, jamás pensé en hacerme una ecografía para saber el sexo de mis pasajeros a bordo, sólo confié en Dios y quería que fuese sorpresa... vaya sorpresa que me dio regalándome dos varones guapísimos!!!

Desde que soy madre la vida me cambió por completo, aprendí a dejar el miedo de lado antes de que les pase algo a ellos, aprendí a no tener sueño cuando alguno enfermaba y me quedaba en vela cuidándolos, aprendí a quitarme algún antojo de la boca para complacer primero el antojo de ellos, aprendí a darles prioridad a sus necesidades antes que a las mías, aprendí a ser nuevamente niña y adolescente para no perderme ninguna de sus etapas, aprendí a volverme karateka y cinturón negro con tal de defenderlos. Aprendí a ser mago, doctora, enfermera, carpintero, veterinaria, consejera, profesora, ingeniera, arquitecta, cantante, deportista y miles de cosas más cuando cada uno de ellos lo ha necesitado. No puedo dejar de mencionar a mi último pequeño: Noggy, mi peludo hijo de cuatro patas y unos hermosos ojos azules.

Soy madre de Diego y Sebastián, mis dos hermosos hijos y no hay día que no agradezca a Dios por la bendición de ser madre y el regalo más valioso de mis dos hermosos hijos, son la razón de mi vida y por quienes nunca me doy por vencida. Ellos saben que tienen toda mi confianza y que pueden contar conmigo las 24 horas del día, los 365 días del año. Mis dos bellos hijos saben que siempre estoy y estaré donde sea que ellos me necesiten. Me convertí en su madre, amiga, pata, chochera, yunta, confidente y consejera. De mis dos hermosos y guapísimos "Chuckys", como les digo de cariño, aprendí a ser fuerte ante la adversidad y tiempos difíciles, cada uno me han dado a su corta edad, lecciones de vida tan grandes, con su madurez, inteligencia, coraje corajudo, valentía, empeño y decisión. De mis dos hermosos hijos aprendí y sigo aprendiendo... Gracias por hacerme tan feliz de ser vuestra madre, los amo demasiado!!!... FELIZ DIA DE LA MAMUSKA!!!  :D