Con los avances tecnológicos de hoy los teléfonos celulares han bajado de peso y son cada vez más delgados, pero han crecido en estatura y son cada vez más grandes!!!. Recuerdo que mi primer celular fue un Nokia, de lenguaje sencillo y de fácil uso como para una "Fresita" en tecnología. Me sentí tan cómoda con esa marca de teléfono que la usé en sus diferentes modelos por más de 10 años. Mi último Nokia fue uno modelo "sapito", de color negro, no tenía cámara, con limitadas funciones pero adoraba su tamaño porque podía guardarlo donde quisiera. Era el patito feo de los celulares cuando en alguna reunión mis amigas y yo poníamos nuestros teléfonos sobre la mesa, pero yo le agarré camote hasta que con el uso se empezó a desarmar y a pesar de que ya debía jubilarse lo hice durar hasta su último suspiro de batería... Era tiempo de cambiarlo!!!

Al cambiar mi viejo Nokia modelo sapito también cambié de compañía telefónica pues la atención y servicio que me brindó durante más de 10 años había desmejorado y la señal era pésima. Al aparecer los nuevos celulares 3G no me quedó de otra que actualizarme y me regalaron mi nuevo juguete celular, un Samsung Galaxy Ace con pantalla táctil y sistema Android que en su momento era el juguetito de moda. Nunca olvidaré que cuando me llamaron de la Agencia que está frente a mi casa para que vaya a recoger mi nuevo celular, salí tan contenta y emocionada que no me percaté que me puse el vestido al revés y no me cambié las chanclas de estar en casa, sin dejar de mencionar que había otro detalle que por censura, no puedo contarles!!!.... pero me fui nada fashion para tan magno evento....

Cuando me acerqué a la agencia de la empresa de telefonía móvil para elegir mi nuevo celular, me enseñaron varios modelos de smarthphone de diferentes marcas, pero hubo uno que me robó la atención y quedé enamorada del equipo. Se trataba de un Samsung Galaxy SIII, de ligera figura por lo delgado que es pero con notorio aumento de tamaño y al hacer la prueba de rigor, para ver como podía "camuflarlo" dentro de mi parachoque delantero, vino la inevitable sorpresa: mi generosa "pechonalidad" no iba acorde con el tamaño del nuevo juguetito!!!.... solté una divertida carcajada y me dije: "Vicky, tu nuevo celular...requiere siliconas!!!! :D

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