Con el transcurrir de los años siempre habrán personas que dejarán huella en alguna etapa de nuestras vidas. Hoy con mucha tristeza quiero dedicar unas líneas a un personaje tan entrañable como don Octavio Mavila Medina, fundador de Mavila Hnos. S. A., quien falleció el pasado miércoles 4 de setiembre. Es inevitable no retroceder en el tiempo y recordar a don Octavio, a quien tuve oportunidad de conocer cuando era niña y asistía al programa de Vacaciones Útiles que Mavila ofrecía a los hijos y familiares de sus empleados. En aquel tiempo nunca imaginé que al paso de los años yo iniciaría mi trayectoria laboral precisamente en la Organización Empresarial Mavila.
Don Octavio, ingeniero mecánico de profesión, era un hombre con muchas cualidades y logros que le hicieron merecedor de premios, reconocimientos y condecoraciones por su gran trayectoria profesional. Apasionado por las motocicletas, fue el creador del diseño del "mototaxi" que se introdujo al mercado peruano. También creó el "Decálogo del Desarrollo", una doctrina que agrupa 10 actitudes claves para el desarrollo personal, empresarial y social, y cuya aplicación empezó por casa, es decir entre todos los trabajadores de la Organización Empresarial Mavila, incluyendo sucursales y filiales de aquel entonces. Recuerdo que desarrollamos cada punto con charlas constantes en el Centro de Entrenamiento Mavila (CEM), en las que era infaltable la presencia de don Octavio. Había concursos individuales y competencias entre áreas con premios e incentivos, gracias a ello gané muchos premios y el más inolvidable fue el viaje a la ciudad de Iquitos, que me permitió visitar la planta de ensamblaje de Honda del Perú en esa ciudad. La experiencia fue enriquecedora en todo aspecto de mi vida y estoy segura que en la vida de todo aquel que tuvo la suerte de participar de esa dinámica, muy bien pensada por don Octavio.
Durante mis años de trabajo en Mavila siempre vi a don Octavio como un empresario muy activo, un hombre muy inteligente que con su andar de paso ligero y su sonrisa de medio lado, no escatimaba oportunidad para dejar una enseñanza. La historia de su vida y de como surgió en el mundo empresarial es única y viene a mi mente como si estuviera escuchando a don Octavio contarla una vez más. Cuántas anécdotas, cuántos momentos compartidos, cuánta nostalgia de esa etapa de mi vida. Hace mucho tiempo que no veía a don Octavio y quiero recordarlo así, como en la foto que hoy comparto, como el hombre alegre y con una amplia sonrisa cuando departía con sus empleados. Mis condolencias para la señora Marcela y sus hijas Lorena, Maité y Ursula, también para Cucuchi, su fiel colaboradora.
Hasta siempre don Octavio!!... que Dios lo tenga en su gloria, descanse en paz... :(
Durante mis años de trabajo en Mavila siempre vi a don Octavio como un empresario muy activo, un hombre muy inteligente que con su andar de paso ligero y su sonrisa de medio lado, no escatimaba oportunidad para dejar una enseñanza. La historia de su vida y de como surgió en el mundo empresarial es única y viene a mi mente como si estuviera escuchando a don Octavio contarla una vez más. Cuántas anécdotas, cuántos momentos compartidos, cuánta nostalgia de esa etapa de mi vida. Hace mucho tiempo que no veía a don Octavio y quiero recordarlo así, como en la foto que hoy comparto, como el hombre alegre y con una amplia sonrisa cuando departía con sus empleados. Mis condolencias para la señora Marcela y sus hijas Lorena, Maité y Ursula, también para Cucuchi, su fiel colaboradora.
Hasta siempre don Octavio!!... que Dios lo tenga en su gloria, descanse en paz... :(
LAMENTABLE PARTIDA
ResponderEliminarMuy lamentable, siempre se le recordará con mucha gratitud.
EliminarLo recuerdo de igual forma ahí en el local de República de Panamá caminando hombre sencillo y honorable, yo era vigilante de su empresa durante 2 años y algo más, si supieran como ese decalogo del desarrollo influyó en mi vida, sin querer queriendo cogía unos calendarios pequeños a modo de tarjeta en la recepción sin saber que el lo propuso, luego de más de 20 años en un hospital un doctor nos habló del famoso decalogo del desarrollo y es ahí donde supe de donde provebia, don Octavio Mavila gracias. Y al Cmdte Carlos Pfening Feijoo quien me dio la oportunidad de formar parte de su organización que deja un legado en mi.
ResponderEliminarGracias Marcos por tu comentario. Definitivamente lo bueno jamás se olvida, y es gratificante encontrar colaboradores de Don 0ctavio que tuvieron la oportunidad de vivir personalmente de sus enseñanzas. Saludos
Eliminarbuscando la histotia del decalogo del desarrollo,encontre esta conmovedora historia, gracias por compartir, los Peruanos somos muy empeñosos.
ResponderEliminarGracias Rosa por tu comentario. En efecto, los peruanos somos muy empeñosos y luchadores, lo importante es canalizar bien toda esa fuerza.
EliminarQue lindo Vicky hoy recordaba en una charla que daba sobre el decalogo como base del desarrollo personal y del Pais. Siempre hablo de el cuando hag una charla y lo menciono. Lo recuedro con mucha admiracion, cariño y admiracion.
ResponderEliminarHola Manuel, gracias por tu comentario. Todos los que tuvimos la suerte de conocerlo llevamos parte de sus enseñanzas en cada cosa que hacemos y a cada lugar por donde vayamos...y lo recordamos así, con mucho cariño y admiración... Saludos,
ResponderEliminarHola Vicky
ResponderEliminarSiempre me pareció interesante e importante el Decálogo del Desarrollo y estoy preparando una clase en la que trataré justamente ese tema y navegando por internet en busca de una foto de don Octavio Mavila Medina encontré tu articulo, que me emocionó y será un testimonio mas para enriquecer la clase. Gracias y saludos, lo bueno debe seguir difundiéndose.
Hola Raúl, gracias por tu comentario. Como bien dices, lo bueno debe seguir difundiéndose y me alegra saber que mi crónica te sirva como testimonio de lo enriquecedor del Decálogo del Desarrollo. Saludos,
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